Over 9000!!

Hey tú, sí tú, aquél que tiene su cuarto tapizado de pósters de Dragon Ball y que se vistió de Piccolo en la TNT pasada, te voy a hablar de un juego que seguro te va a interesar.

Como ya es bien sabido, por cada nueva generación de consolas, por lo menos se crean 800 juegos de Dragon Ball (bueno no 800, pero si por lo menos 15), uno pensaría que después de tantos ya le hubieran dado al clavo para hacer el juego “perfecto” de esta serie de anime.

Lamentablemente no es así.

Fue hasta el año pasado, que se logró un resultado DECENTE con Dragon Ball Tenkaichi 3 donde salían todos los personajes que por lo menos han peleado alguna vez y se incluyeron todos y cada uno de los movimientos especiales que los caracterizan. Pero ahora que ya entramos a la nueva generación ya se veía venir un titulo de esta legendaria serie: Dragon Ball Z Burst Limit.

Les voy a dar mi punto de vista sobre él. El problema no es que el juego sea malo, sino que es algo que ya vimos y que de hecho ya nos habían vendido, pero con un empaque diferente (Dragon Ball Z Budokai) por lo tanto no hay nunca antes visto, solo una mejora considerable en los gráficos.

Al tratar de innovar introdujeron una mecánica llamada Drama Pieces donde algún aliado que hayas seleccionado previamente, saldrá a ayudarte en plena pelea, aunque las primeras veces que veas a tu compañero golpear a tu oponente o echarte porras será divertido, después se hace exageradamente monótono e interrumpe gravemente el ritmo de la pelea por lo que te recomiendo apagues esta opción.

Otro apartado en donde se siente un gran retroceso es en la selección de personajes. Después de la infinidad de opciones que teníamos en Tenkaichi aquí solo contamos con 35 personajes, contando transformaciones (¡Que les hubiera costado poner a todas las fuerzas especiales Gyniu!).

Definitivamente este titulo no hace honor a la estirpe saiyajin por lo que tendremos que esperar a Tenkaichi 4 para que nos proporcione nuestra porcion de Kamehamehas, Masenkos y demas rayos de nombres ridiculos.